Inés
Dussel dice que:
...a
destacar es que la expansión de las nuevas tecnologías en las aulas nos dice
poco respecto a cómo y para qué se las usa. Muchos expertos coinciden en
señalar que la brecha digital se está desplazando del acceso a los usos, y que
la nueva frontera se está definiendo por la capacidad de los usuarios de
realizar operaciones complejas, moverse en distintas plataformas y aprovechar
al máximo las posibilidades que ofrece la cultura digital. La brecha hoy se
produce entre usos más pobres y restringidos.
Es
decir, no emplear la TIC por la TIC, por moda. Es preciso un cambio de
paradigma educacional para encontrar que no es más trabajo, sino “el” trabajo
que debemos hacer, en un mundo hiperconectado y donde nuestros estudiantes
viene como nunca antes con saberes adquiridos por otros medios. Este salto
tecnológico conlleva a una nueva cosmovisión y pedagogía en el aula: ya no se
apoya en lo escrito, y hasta podría decirse que se ha personalizado el
aprendizaje a la medida de cada usuario; la retroalimentación, por caso, es
multimodal. Por otra parte, es preciso una orientación, una guía rectora que
encamine y enrute la organización de saberes y aprendizajes. No por ser nativos
digitales conocen o intuyen los nuevos peligros, son vulnerables y están
sumamente expuestos, como se comprueba en su uso de Facebook. Se diría que en
cierto modo, la figura de un referente tecnológico responsable se torna
imprescindible.
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